A 95 kilómetros del Puerto de Campeche se encuentra Bécal, una pequeña población donde gran parte de sus habitantes se dedica al tejido de sombreros con fibras jipi (Carludovica palmata) desde finales del siglo XIX.
El Gran Maestro Eulogio Chi Tzel (1944) es sin duda el mejor tejedor de sombreros de Bécal. Su especialidad son los de cuatro partidas, los cuales requieren de gran destreza manual y talento artístico debido al finísimo tejido que requieren.
Los sobreros de jipi son tejidos en una cueva de piedra caliza que propicia un clima húmedo que hace a esta fibra moldeable. Estas cuevas son construidas por los tejedores a un lado de sus casas y es ahí donde pasan la mayoría de su tiempo elaborando sus sombreros, tal es el caso de Don Eulogio quien trabaja en su cueva acompañado de su esposa Doña Manuelita Pool y de su hijo Azael Tzel.
La familia obtiene la fibra de las hojas de la palma jipi, que primero hay que aporrear para que se abran y puedan rayarse con una aguja para separar los hilos. El rayado de las hojas puede ser de una, dos, tres o cuatro partidas; cuantas más partidas se hagan, más delgado resultará el material y más fino será el sombrero que se teja con él. El que se hace con fibra de una partida se teje en tres días; el que se teje con fibra de cuatro partidas puede llevar hasta tres semanas de trabajo.
El tejido de la fibra jipi se da exclusivamente en Campeche; de hecho, el pueblo de Bécal ha atraído a este estado a miles de extranjeros que buscan la calidad y estética de los sombreros que los maestros, como Don Eulogio, elaboran artesanalmente.
Fuente:
Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica Tomo II
Coord. Cándida Fernández de Calderón, 2013.
Editado por Fomento Cultural Banamex, A. C.