Mi nombre es Cristina Gálvez y soy parte de Amigos de los Grandes Maestros del Arte Popular, una asociación civil que trabaja paralelamente con Fomento Cultural Banamex en la defensa de las tradiciones artesanales de México. Desde pequeña estuve cerca del arte popular, razón que me impulsó a participar en este programa. Tuve la fortuna de vivir en una casa del arquitecto Luis Barragán, la llamada Casa Gálvez, un claro ejemplo del momento en que Barragán incursionó en el modernismo utilizando las artes populares y el mobiliario vernáculo de nuestro país como petates, alebrijes, ollas de barro mezcaleras, alfeñiques y vasijas de talavera poblana. El hecho de crecer en una casa de Barragán, llena de arte popular, me permitió desarrollar una sensibilidad hacia el trabajo artesanal mexicano.
El programa Amigos del Arte Popular me entusiasmó mucho. Me parece una tarea apasionante contribuir en la difusión del trabajo de los artesanos, procurar su bienestar socioeconómico, propiciar la comercialización de sus piezas y, al mismo tiempo, impulsar la preservación de antiguas técnicas y diseños.
Personalmente, como amiga de los Grandes Maestros, me interesa que el arte popular llegue a los coleccionistas y que logremos posicionarlo en el nivel de los grandes de artistas. De igual manera, me interesa que la gente empiece a integrar el arte popular en sus casas tal como lo hizo Luis Barragán. De hecho, puedo decirle a los coleccionistas e interioristas que el arte contemporáneo y el arte popular comparten un mismo lenguaje y que fácilmente los pueden integrar en sus decoraciones. Un claro ejemplo es la semejanza que tienen las vírgenes articuladas de madera del Gran Maestro José Sabas con la escultura contemporánea japonesa; o bien, las mujeres voluptuosas en barro, de la Gran Maestra de Paraguay Ediltrudis Noguera, comparten la misma iconografía de las obras de Botero.
Hoy en día ya se ven los resultados del programa. Los maestros artesanos han cobrado importancia y sus trabajos están conviviendo con otras manifestaciones artísticas en eventos como Design Week, Zona Maco Arte Contemporáneo y Salón del Anticuario. El programa, incluso, se ha extendido al extranjero. En el 2016 y 2017 llevamos las piezas de los Grandes Maestros a subastas de arte latinoamericano en Nueva York, las cuales se celebraron en Casa Phillips y Sotheby´s, respectivamente. Lo anterior nos demuestra que el arte popular puede ser aceptado como un producto artístico de primer nivel.
Gracias a los beneficios del programa Amigos de los Grandes Maestros del Arte Popular, varios maestros artesanos han mejorado sus talleres o han podido adquirir instrumentos que les permiten potencializar su trabajo. Actualmente, estamos proyectando ampliar nuestra campaña de recaudación de fondos con más subastas de arte e impulsando la participación del sector empresarial con el fin de beneficiar a un número mayor de artesanos. Te invitamos a ser un Amigo de los Grandes Maestros y a participar en las dinámicas que nos permiten preservar el trabajo artesanal del país.