Nacido en 1942 en la localidad oaxaqueña de San Pedro Cajonos, el Gran Maestro Fortunato Hernández Bazan continúa dedicando sus días a la labor del tejido de fibras como el ixtle y la pita. Además de hamacas, el maestro también realiza redes, maceteros, huaraches, bolsos y cinturones de ixtle. De las pencas del maguey, el maestro artesano obtiene la fibra que tras un proceso específico convertirá en alguno de los artículos mencionados anteriormente. Fortunato no trabaja solo, en su casa, donde tiene el taller, su mujer Esperanza Cruz Martínez y sus hijos intervienen en cada una de las etapas del proceso.
Siguiendo la tradición familiar que aprendió desde una edad muy temprana, el maestro Fortunato Hernández explica que cuando las pencas están listas, comienzan las primeras etapas del proceso. Primero, corta las pencas de la parte más gruesa del maguey, casi a ras de tierra. Para poder sacar la fibra, hornea las pencas enterrándolas en un agujero en el piso, el cual cubre con piedras calientes y leños ardiendo. Cuando el calentado está en su punto, saca las pencas y las coloca sobre una piedra grande y las comienza a golpear hasta que haya desprendimiento de la pulpa.
Cuando las pencas han sido machacadas, las coloca sobre una tabla de madera que recarga en un tronco, en esta parte del proceso el maestro utiliza una navaja atada a una vara para tallar la penca y que de esta forma salgan las fibras. Después, deja las fibras toda la noche con agua con jabón o con cal para que se limpien. Al día siguiente, extiende las fibras en un lugar soleado, las peina, las tiñe (si quiere cambiar su color natural), y finalmente, comienza el proceso del tejido de las mismas.
Para la elaboración de redes y hamacas, el maestro utiliza la misma técnica que consiste en enrollar y anudar las hebras, cuidando que el torcido quede parejo; para ello utiliza un rudimentario bastidor de madera, formado por unos postes con travesaños con muescas. Las agarraderas de las hamacas se realizan a partir de un sistema singular que todo el pueblo de San Pedro Cajonos utiliza; por medio de una tableta que hacen girar y llaman tarabilla. Esta pieza es agarrada por una persona del taller y corre a toda velocidad en el patio, al tiempo que da vueltas para ir entorchando el hilo del mecate de ixtle, con el que harán una cuerda gruesa y resistente para colgarla.
En sus afamadas hamacas, el Gran Maestro utiliza diseños tradicionales como el jaspeado, el arroz, el arroz fino, crucetas, etc. Sin embargo, aquel diseño que lo distingue, y que utiliza más, es el de franjas a lo largo, combinando los colores entre si. El maestro Fortunato, además del ixtle, suele realizar piezas con pita, fibra que resulta del corazón del maguey y que es mucho más fina.
Fortunato Hernández Bazan se ha convertido en un hombre mayor, sin embargo todavía sigue realizando sus famosas hamacas en su natal San Pedro Cajonos. De igual manera, realiza rebozos de seda; piezas textiles bastante famosas en la zona. “No lo hemos dejado (el trabajo), y no lo dejaremos porque podemos seguir trabajando en algo que nos representa y nos gusta hacer”.
Fuente:
Grandes Maestros del Arte Popular de México
Coordinado por Cándida Fernández de Calderón
Editado por Fomento Cultural Banamex, A.C., 1998