La población de Apastepeque, en el departamento de San Vicente, en el Salvador, es el hogar del Gran Maestro José Sabas Gómez Pacas, quien se dedica a la imaginería, el arte de crear figuras religiosas. El maestro desempeña su oficio con madera, material con el que hace aparecer santos y vírgenes con extremidades articuladas. Sus piezas destacan por su perfección, belleza, pero sobretodo por sus expresiones y las texturas en el pelo y en la piel.
Entre sus creaciones Sobresalen su figuras de Santiago el Apóstol, los Nacimientos y sus Vírgenes. La Virgen de la Dolorosa es una pieza protagonista en Semana Santa, pues representa a la Virgen que, de acuerdo la Biblia, llora por la muerte de Cristo en la Cruz. Sorprendentemente, brotan lágrimas de las Dolorosas de José Sabas. Este detalle las hace una obra maestra que es a su vez, conmovedora.
Para realizar una escultura el maestro selecciona la madera de cedro apropiada y corta el bloque que va a necesitar y, sobre éste, hace los trazos básicos de la imagen que desea esculpir. Procede a tallar con gubias y, una vez terminado el tallado, pule la pieza para aplicarle una base de una mezcla hecha de talco con pegamento. Sobre ésta aplica pinturas acrílicas y óleos que le dan el color final.
Desde pequeño, el maestro se acercó al arte por medio del dibujo. Posteriormente, se graduó del bachiller de Orientación Docente pero su amor por el dibujo lo llevó al Centro Nacional de las Artes en la capital, lugar que tuvo que abandonar por falta de recursos. Al regresar a su pueblo comenzó a trabar con Erasmo Rosales, uno de los imagineros más reconocidos del lugar. En seis años, aprendió las técnicas básicas para esculpir imágenes religiosas. Además, realizó unos estudios, por dos meses, en restauración de talla en madera policromada en Panamá, en un curso promovido por la organización de los Estados Americanos.
Hoy José Sabas tiene su taller Expresión Plástica Cosecha. Se siente orgulloso porque de ahí han salido artistas de diferentes áreas como modelado de barro, pintura, escultura y dibujo. También se dedica a restaurar o reparar los distintos problemas estructurales que presenta la talla de algunas obras importantes.
La calidad que imprime a sus obras lo ha hecho merecedor de la confianza de conocedores del arte de la imaginería. Por ello, sus obras se encuentran en iglesias y cofradías de su localidad.
Fuentes:
Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica, Tomo II
Coord. Cándida Fernández de Calderón, 2013.
Editado por Fomento Cultural Banamex, A.C.