Oriol de la Torre y Leonor Zamorano son un matrimonio integrado por dos Grandes Maestros de la Habana Cuba, ambos son reconocidos internacionalmente por elaborar figuras que representan la vida cotidiana del país. Sus piezas están compuestas de múltiples técnicas y emplean diversos materiales, como barro, madera y telas.
Leonor estudió psicología y antes de dedicarse al trabajo artesanal era funcionaria de recursos humanos. Oriol era actor y mientras estudiaba su carrera se dedicó a crear objetos y accesorios para las charangas, una fiesta tradicional. De este modo, Oriól aprendió varias técnicas de labor artesanal que se convirtieron en su pasatiempo. Cuando se casó con Leonor le compartió su pasatiempo y sorprendentemente ella demostró tener mucha habilidad en la elaboración de figuras. Ambos comenzaron a hacerlas frecuentemente para regalarlas a fin de año.
Ante las complicaciones económicas del país, en 1992, el matrimonio comenzó a vender sus figuras en la Plaza de la Catedral y pronto tuvieron gran demanda por parte de los turistas, hoteles y galerías. Hoy en día Oriol y Leonor tienen un taller integrado por diez personas que desempeñan labores específicas: una hace los vestidos, otra la carpintería, otras modelan partes específicas del cuerpo con barro. Al final se ensamblan las piezas que cada quien realizó y se arma la escena. Casi todo el material que emplean es de reúso o pedacería como desechos de carpintería, retazos de tela y el poco barro que utilizan lo consiguen en Calabazar, un pueblo cercano. de tela.
Sus temáticas reflejan el humor típico del Caribe, además tienen un trasfondo histórico-cultural muy profundo y una vinculación cercana con las costumbres de su país. Retratan personajes populares como la “torcedora”, la mujer que enrolla a mano las hojas de tabaco para hacer los puros y a los músicos que alegran las calles de la Habana con sus melodías.
Gracias a la fama que han adquirido sus piezas, el matrimonio ha tenido oportunidad de viajar y mostrar su arte en muchos lugares como Francia y México. Afirman que disfrutan mucho su ocupación y el hecho de realizarlo juntos es su mayor dicha. Se consideran muy afortunados de poder hacer lo que les gusta y vivir de ello, además se sienten muy orgullosos de hacer piezas de gran calidad que difunden la cultura tradicional de su país.
Fuente:
Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica, Tomo I
Coord. Cándida Fernández de Calderón, 2013.
Editado por Fomento Cultural Banamex, A.C.