Entrevista a 2 artesanos de Olinalá

El mes pasado se llevó a cabo en 5º Encuentro Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica en la Especialidad de Madera y Varios. A este evento asistieron 26 Grandes Maestros y maestros artesanos de 13 países diferentes. Entre ellos se encontraban Francisco «Chico» Coronel y Adolfo Escudero, artesanos de Olinalá, Guerrero, reconocidos por la decoración que realizan sobre la madera.

Aprovechamos nuestra visita al evento y la presencia de los maestros de Olinalá para realizar una entrevista que nos informara sobre las diferencias de su trabajo, sus pensamientos e historias de vida. A continuación presentamos el resultado de nuestro diálogo con «Chico» y Adolfo.

¿Cómo describirían su oficio?

Francisco «Chico» Coronel: Mi trabajo es pintar en oro y con un pincel.

Adolfo Escudero: Mi trabajo es rayar usando compás, una espina, algodón y otras materias primas.

 

Adolfo Escudero
Batea, 2016
Olinalá, Guerrero
Col. Particular
Fotografía: Arturo González de Alba

 

¿Cuál sería la principal diferencia del trabajo de ustedes dos?
 

Francisco «Chico» Coronel: La diferencia es que el trabajo de nosotros lleva mucho más trabajo por la sencilla razón de que después del fondo tiene uno que batir colores diario. Uno comienza una pieza y con ella se lleva uno, dos o tres días para pegar oro, plata, batir colores, usar materias primas como la chía, hacer la sisa [una mezcla de aceite de chía con tierras] para batir los colores y empezar a pintar.

 

Francisco “Chico” Coronel Navarro
Olinalá, Guerrero, México
Col. Fomento Cultural Banamex, A. C.
Fotografía: Sebastián Crespo

 

Adolfo Esculdero: El mío es distinto al del maestro Chico Coronel porque aquí hacemos dos capas. La primer capa se barniza y se deja secar 20, 30 días, dependiendo cómo esté el tiempo, y después le volvemos a aplicar otra capa, otro color. De ahí hacemos una pasta de tierra con nuestras materias primas, ocupamos el aceite de chía, tierras y la pintura que se le va a poner y agregamos esa mezcla a la pieza. Nosotros decimos: «le damos tierra». Después, dibujamos la pieza con una espina y  le damos más tierra, después de eso, con la espina sacamos los contornos de los dibujos para que quede en relieve. Finalmente, dejamos secar varias horas y sacamos brillo con un algodón.

 

Adolfo Escudero junto a Cándida Fernández de Calderón y María del Carmen Fernández Palazuelos en el 5º Encuentro Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica en la Especialidad de Madera y Varios
Fotografía: Archivo Fomento Cultural Banamex, A. C.

 

 ¿Los dos hacen sus dibujos sin ayuda de moldes?
Francisco «Chico» Coronel: No nada, lo que pinta uno es lírico, es lo que que va pensado usted. En este momento va uno creando el dibujo, aquí no ocupamos patrón, no calcamos.
 
Adolfo Esculdero: Y no se puede borrar, ya lo que se hizo, se hizo, si borras se echa a a perder toda la pieza.
Francisco “Chico” Coronel Navarro
Bule (detalle), 1998
Olinalá, Guerrero, México
Col. Fomento Cultural Banamex, A. C.
Fotografía: Édgar Espinoza Ulloa Mondragón
¿Qué es el arte popular para ustedes?
 
Francisco «Chico» Coronel: El arte popular para mi es el alma del mundo porque lo que pintamos ya lo traemos en el alma y en el corazón y si tu no pintas con toda tu alma no sacas nada. Ése es el arte, el que se hace con el corazón y el alma del mundo.
 
Adolfo Esculdero: Para mí el arte popular es lo máximo, es la inspiración que debemos de tener en el momento en que estamos trabajando y dibujando.
 
 
¿Cómo aprendieron el oficio?
 
Francisco «Chico» Coronel: Yo lo aprendí de mi padre pero no creas que me enseñaron. Yo aprendí viendo, yo soy muy delicado, no dejé que me mandaran. Yo solo veía y aprendía, comencé de 7 años. Yo no tengo escuela, a los 7 años comencé a pintar. A los 8 años ya tenía una tarea de hacer 24 cajitas, cajas de feria y ya no fui a la escuela. Empecé a echar paisajes, que era lo que se hacía.
 
Adolfo Esculdero: Yo el oficio lo aprendí de mis padres, empecé a trabajar a la edad de nueve años, más tarde trabajé la carpintería. Haciamos cosas de feria. Nuestra familia fue la primera en hacer un tocador rayado, un buró. Haciamos muebles, incluso sillas giratorias porque aquí estuvo un embajador de Estados Unidos que le encargó a mi padre una silla giratoria para escritorio. Mi papá nunca las había visto pero el dijo que sí. Le encargó 6 y se las hizo, y quedó muy contento el señor

 

Adolfo Escudero, Francisco Coronel y Jacobo Ángeles en el 5º Encuentro Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica en la Especialidad de Madera y Varios
Fotografía: Archivo Fomento Cultural Banamex, A. C.
Cuéntenos de sus premios y de sus máximos logros
 
Francisco «Chico» Coronel: En Olinalá cuando me encontraron me había sacado dos premios, dos primeros lugares que nos entregaron en los Pinos. Después el Museo Nacional de Artes Populares hizo un concurso en Chiapas de los 3 estados: Michoacán, Guerrero y Chiapas y me traje el Galardón de los 3 estados. Luego empezamos a concursar aquí en México y empecé a ganar y a ganar cada año. Hubo un año que me gané 3 premios, entre ellos el Gran Premio. Llegó un momento en que me dijeron que no podía yo concursar porque ya tenía todos los premios. Años después salió el concurso Leyendas Vivientes y volví a concursar. El primer año me lo gana el que hace el rebozo cada año para la Virgen de Guadalupe, un artesano de Tenancingo, Evaristo Borboa. El siguiente año gané el Galardón [el máximo reconocimiento del concurso]. En el 2001 me propone CONACULTA  para el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Lo estuve peleado 2001, 2002, 2003, 2004, 2005 y 2006. En el 2006 le decía yo a los de CONACULTA: «ya hay que dejarlo, no sale nada». Y me decían: «Mira, el que no persevera no alcanza, hay que seguir concursando». Y justo en el 2007 me dieron el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Llegué a ganar 35 galardones y el Premio Nacional de Ciencias y Artes, con ese 36.
Francisco “Chico” Coronel Navarro
Bule, 1997
Olinalá, Guerrero, México
Col. Fomento Cultural Banamex, A. C.
Fotografía: Sebastián Crespo
Adolfo Esculdero: Yo y mi esposa llegamos a Fomento Cultural Banamex porque participamos en un concurso que hizo Fonart. Participamos con una batea de 80 cm de diámetro, obtuvo el 2do lugar y Fomento Cultural Banamex la compró y ya después me mandaron llamar que querían otras betas. Yo no tengo premios pero pienso que nos ha identificado más la calidad con la que trabajamos. El nudo principal somos mi esposa, mi hijo, mi hija, una nuera y yo. Somos 5 los que trabajamos, pero el muro principal es mi esposa. Por ella hemos llegado hasta donde estamos, ella no aparece aquí porque no le gusta viajar. Yo les he dicho que venga mi esposa porque la maestra es ella. Mi ramo es hacer marquetería. Hacemos grecas de segunda y tercera dimensión, pero el muro en esta técnica es ella, mi esposa.
 
 
¿Ustedes también hacen los muebles y piezas que decoran?
 
Francisco «Chico» Coronel: No, yo tengo carpintero. Yo únicamente los decoro, los sé hacer peor no me da tiempo.
 
Adolfo Esculdero: Las charolas sí las hacemos, pero las  bateas grandes las compramos en el estado de Michoacán.
 
 
Cuéntenos de los trabajos que más recuerden y de sus experiencias al elaborarlos
 
Francisco «Chico» Coronel: Cuando me encontraron fue por un concurso en Olinalá. Yo tenía 3 baúles acabados y el director del Museo Nacional de Artes Populares vio mis baúles y dijo: “Aquí están los premios, pa qué le buscamos”. Así me encontraron y me llevaron a Bancoco que era Banco Cooperativo. Y después no sé cómo llegué a oídos de Echeverría, que era el presidente de la república. Me mandó llamar porque quería los regalos de la reina Isabel y me dijo: «Amigo, ya vinieron dos y el que no sirve para nada, lo corro.  Mandé investigar en el Museo de Antropología y quiero que me rescaten la hoja de oro y la hoja de plata porque quiero que me hagan los regalos de la Reina Isabel que va a venir y quiero regalarle algo nunca visto en el mundo”. Me entregaron 3 libros de 23 kilates de oro para hacer la muestras. A los quince días le traje la muestras, a mí no me gustaron, habían quedado horribles. Hice dos charolas, las vio el señor presidente y vi que se le iluminó su semblante. Para el encargo final hice 40 charolas, una caja para un rebozo. Al último me llevaron en avioneta una charola de a metro de diámetro, para hacer esa charola tuve que trabajarla día y noche y la acabé el día que vine a la Ciudad de México a traerla, cuando se iban a repartir los regalos. Así fue como rescate la hoja de oro y plata. A partir de ahí se me abrió una puerta, estalló una bomba, a todo mundo se le iban los ojos con mis piezas.
 
Adolfo Escudero: Tiene como 15 años que decoramos un hotel en Cuernavaca, el hotel se llama Casa Azul. Ese hotel es de una doctora de origen francés. Nos conocimos en Uruapan y le gustó mi trabajo. Después me mandó llamar,  fui a Cuernavaca, me dijo que quería 5 recamas para una casa que estaba remodelado y que iba a convertir en hotel. Actualmente el hotel está decorado de pura artesanía, hay un cuarto que por ejemplo es Michoacán, otro Chihuahua y están decorados artesanía de estos estados. En ese hotel no figura Guerrero sino que figura Olinalá, con 5 recamaras. Les hicimos unas recamas con guacamayas y quetzales, también hicimos tres recamaras de puro cuadrito chiquito y otra de gatos negros que es la suit. El hotel fue nombrado “El Tesoro del Estado de Morelos” y la doctora quiere convertirlo en museo.
Adolfo Escudero en el 5º Encuentro Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica en la Especialidad de Madera y Varios
Fotografía: Archivo Fomento Cultural Banamex, A. C.
¿Qué más han hecho y disfrutado en la vida?
 
Francisco «Chico» Coronel: Trabajé en el campo, trabajé de brasero, compré un rancho, tuve vacas. Conozco todo el trabajo del rancho, esa era mi ilusión, tener un rancho, tener a mis hijos en el rancho. Lo tuve, mis hijos se fueron a Estados Unidos y llegaron los paracaidistas y me pelearon el rancho, me lo pago el gobierno y se le quedó el rancho a ellos. Ahora disfruto de pintar.
 
Adolfo Escudero: Mi esposa y yo hemos sido siempre gente de trabajo. Cuando éramos jóvenes fuimos ahorrando y compramos un terrenito cerca de Olinalá y me dediqué a la siembra. Siembro porque me gusta pero no es negocio. Después del campo hacía mi trabajo artesanal y carpintería.
Francisco «Chico» Coronel en el 5º Encuentro Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica en la Especialidad de Madera y Varios
Fotografía: Archivo Fomento Cultural Banamex, A. C.

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Agradecemos infinitamente a Francisco Coronel y Adolfo Escudero por habernos concedido esta entrevista y haber compartido sus experiencias e historias con los Amigos de los Grandes Maestros. De igual manera, los felicitamos por la labor artesanal que representa un patrimonio para nuestro país. ¡En hora buena!

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