En la mayoría de los países de Iberoamérica se celebra a la madre durante el mes de mayo. En algunos países el festejo es el segundo domingo, en otros el último, y en México específicamente el día 10. Por ello, este mes queremos dar a conocer las creaciones de los Grandes Maestros que evocan a las madres. A continuación se presentan las creaciones de 3 artistas que comparten el amor por el barro, material con el que a mano realizan piezas donde la figura de la madre juega un papel importante, ellos son Tiburcio Mborobain, María José Gomes da Silva y Noemisa Batista.
El Gran Maestro boliviano Tiburcio Mborobainchi Boizapa, del poblado de Urubichá, elabora esculturas de cerámica que se caracterizan por sus movimientos y sus actitudes. Con arcilla roja y blanca, sin hacer uso de moldes, representa el trabajo de los pescadores, las tejedoras de hamacas y de los músicos. En sus escenas aparecen madres con sus hijos, como si quisiera decir que la cultura de una civilización tiene su origen en la madre.
Tiburcio Mborobainchi Boizapa
Tejiendo hamaca, 2008
Urubichá, Guarayos, Santa Cruz, Bolivia
Col. Fomento Cultural Banamex, A. C.
Fotografía: Édgar Espinoza Ulloa Mondragón
La Gran Maestra María José da Silva, mejor conocida como “Zezinha”, nació en 1968 en un poblado llamado Campo Alegre en Brasil. Gracias a su madre, adquirió conocimientos en el arte de la arcilla, los cuales le permitieron crear las figuras célebres por las que es conocida hoy en día: parejas de novios y mujeres con hijos que se distinguen por su refinamiento, sus poses y su decorado. Son piezas de hasta 80 centímetros de alto, ejemplo de su dominio en el barro que la maestra explica así: “empiezo por la base luego de haber amasado el barro, después hago las partes por separado, brazos, cabeza, para después juntar y montar la muñeca”.
En el poblado Ribeirão da Capivara vive Noemisa Batista, una de las más destacadas escultoras en cerámica de Brasil, nacida en 1946. Su madre le enseñó a preparar la arcilla para elaborar ollas y jarritos pero ella impuso su gusto por las figuritas para jugar. Hoy en día realiza obras de barro que son crónicas de lo cotidiano: bodas, bautizos, funerales, cirandas (bailes populares), fiestas y mujeres cocinando. En sus creaciones la figura de la madre es recurrente, incluso en sus escenas de bautizos son las mujeres quienes acercan a los bebés con el sacerdote.
Fuentes:
Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica, Tomo I
Coord. Cándida Fernández de Calderón, 2013
Editado por Fomento Cultural Banamex, A.C.