El Gran Maestro brasileño Darionaldo do Nascimento, de Salvador, Bahía, en Brasil, elabora todo tipo de ornamentos pero su especialidad son las balangandas. Éstas son piezas tradicionales hechas de plata, y en forma de aro, de las que cuelgan múltiples figurillas e imágenes de frutos, animales, flores e instrumentos musicales. Su origen es ancestral ya que son producto del sincretismo religioso y cultural que se dio en Brasil a raíz de la Conquista portuguesa. Se relacionan a los cultos afrobrasileños y en el pasado las esclavas los usaban colgadas en la cintura, probablemente como amuletos.
Las balangandas de Darionaldo son fabricadas a partir de una aleación de plata y cobre. El resultado es un un material más consistente que labra con un cincel y graba magistralmente con diseños inspirados en piezas antiguas. De los pequeños elementos que cuelgan de la argolla principal, unos de los más simbólicos y significativos son las figas, un amuleto con la forma de una mano cerrada que tiene el pulgar metido entre el dedo índice y el medio.
El Chimbangle a San Benito es un rito de Venezuela que conmemora a este santo donde un grupo de personas toca los tambores mientras otros bailan al mismo tiempo que cargan la figura del santo. San Benito es conocido como “el santo negro” por haber sido hijo de esclavos negros, de hecho, su culto está presente en las comunidades de los descendientes de esclavos negros en el continente americano. Incluso, son afrovenezonalos quienes realizan el Chimbangle durante las fiestas patronales que comienzan el 26 de diciembre y se extienden hasta el 6 de enero. Cabe mencionar que el Chimbangle se desarrolló gracias a las culturas procedentes de los actuales países de Togo, Nigeria y Angola durante el régimen esclavista.
El Gran Maestro Mario Alfredo Calderón de Mérida, Venezuela representa este rito a través de juguetes de madera porque considera que los juguetes van más allá de la niñez y que son un medio para representar mundo. Sus piezas llevan engranajes, poleas, bielas, ligas e imanes que permiten hacerlos funcionar y generar efectos como giros, movimientos pendulantes o de atracción. De este modo, puede dar movimiento a los músicos y danzantes del Chimbangle.
La Pachahuara es una danza que se realiza durante los días 25 y 28 de diciembre, en Perú para festejar la Navidad y conmemorar el Día de los Santos Inocentes. Esta danza cuyo fin es adorar al Niño Dios también simboliza la esclavitud y la posterior libertad de los negros en Perú. Los danzantes que la ejecutan reciben el nombre de chacra negros y son un grupo jerarquizado que tiene un presidente y una comparsa de personajes que siguen coreografías y pasos diferentes de acuerdo a sus roles.
La danza se compone de dos partes, la primera es lenta y es llamada prisión y representa la esclavitud y el sufrimiento. La segunda, cuyo significado es la liberación de los esclavos se conoce como pasacalle y es más alegre.
El Gran Maestro Pedro González Paucar, de El Tambo (poblado que pertenece a la región de Junín donde se realiza la danza), hace surgir a los danzantes al tallar el corazón de maguey. Sus personajes se caracterizan por su fineza y detalles; por sus vestuarios coloridos y por las incrustaciones de plumas que presentan.